tecitos

el tecito de la tarde que espero con ansias, el tequiero de tus labios que me toma por sorpresa. me quedo con los dos te's. beber y dejar que me beban. 

La gente evita a la gente

Si vas por la calle nunca irás al mismo ritmo que la persona que camina delante de ti, o detrás de ti. No soportarías el caminar al lado de la señora con las bolsas del supermercado,  los dos paralelamente, horizontalmente iguales. O al lado de la joven con mirada triste. O del señor que parece que va sin rumbo fijo, con un cigarro en la boca y un sombrero viejo. ¿Qué le podrías decir? ¿De qué podrían hablar mientras comparten las veredas? Prefieres disminuir levemente tu velocidad sin que se note, con tal de no sincronizar tus pasos con el que te antecede, mientras tu mirada se dirige hacia los adoquines de la calle. Luego te subes al bus y buscas desesperadamente el asiento que esté sin acompañante. No importa si es adelante o atrás, o si el tapiz no es el mejor. Es de suma importancia que estén los dos vacíos, puesto que si va alguien al lado lo más probable es que se rocen tus piernas con las de él o ella, o sus brazos vayan descansando mutuamente, lo cual a esta altura sería imposible de sobrellevar. Ha sido un día arduo de eludir el contacto con los terrícolas.

miedo

Los cuervos no criaban personas, por miedo a que les sacaran los ojos.