abril 25, 2011

Blanco

Es dolor real, dolor del bueno, de ese que no encuentras en centros comerciales.
Dolor que sin avisar te enfría el cuerpo y estremece tu pecho.
Muchas veces supera la línea de lo permitido y poco a poco se va volviendo algo físico, invitando también al alma.
¿Cómo podría sentir todo esto en vano? ¿Cómo podría resignarme?
A veces solo falta creer que el tiempo no es la solución, que ya es hora de actuar, porque definitivamente me aburren las comparaciones, se vuelve mi obsesión el querer compararte con todo lo bueno que me pasa y que siempre salgas ganando tú.
Por ahora no puedo dejar de pensar en lo que me faltaría por hacer, aunque seguramente ya no falte nada.
Tampoco es tan terrible, después de todo es un dolor con el que se aprende a vivir a cada instante, hasta que llega la noche, su madrugada y te extraño...
No se trata de amar ni de olvidar, se trata de verte feliz…lo eres realmente?

Imagínate probar el chocolate por primera vez y luego no poder probarlo jamás.
Por estos días el frío se hace cada vez más intenso, estar contigo siempre resultaba tan dulce..

No hay comentarios:

Publicar un comentario